Mamoplastia con prótesis o con la propia grasa de la paciente?

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Mamoplastia con prótesis o con la propia grasa de la paciente?

El pecho es una de las partes del cuerpo más importante para las mujeres ya que se trata de un órgano que tiene un componente estético, sexual y materno a la vez. Cuando la mujer no está satisfecha con la estética de sus senos, le suele crear bastante preocupación. Una de las técnicas más frecuentes para solucionar los problemas estéticos de volumen o de flacidez, ya sea debido al paso del tiempo o a la pérdida de peso, es la mamoplastia.

El aumento mamario es la cirugía estética más solicitada y puede realizarse mediante el implante de una prótesis o utilizando la grasa de la propia paciente. No obstante, cualquiera de las dos técnicas requiere una correcta evaluación por parte del especialista en Cirugía plástica para adecuar el resultado final a los deseos de la paciente.

 

Mamoplastia mediante prótesis

La mamoplastia mediante prótesis posiblemente es la técnica más conocida para este tipo de intervenciones. Consiste en la implantación de una prótesis bajo la glándula mamaria o bajo el músculo pectoral. Se implanta por debajo del músculo para que la prótesis tenga más cobertura por los tejidos propios del cuerpo si la paciente es delgada o tiene muy poco volumen en las mamas.

Por otro lado, existen diferentes tipos de prótesis. Pueden ser redondas o en forma de lágrima y pueden contener suero fisiológico o gel de silicona de distintas densidades. La elección de la prótesis dependerá del resultado que quiera obtener la paciente y del consejo del especialista.

Hay tres vías de introducción de la prótesis: la areola, el surco submamario y la axila. En todos los casos las cicatrices son pequeñas pero la vía más común es la areola, ya que supone solo una ligera incisión semicircular y la pequeña cicatriz queda mejor camuflada.

Se trata de una cirugía muy común que se realiza bajo anestesia general y requiere 24 horas de ingreso en la clínica. Durante el primer día se protege el pecho con un vendaje y, posteriormente, con un sujetador deportivo que se utiliza durante el primer mes. Unas semanas después de la cirugía es conveniente la realización de sesiones de ultrasonidos externos para disminuir el riesgo de contractura capsular o endurecimiento de la mama. El cirujano indicará si también es necesario realizar automasajes con el mismo fin.

Al contrario de lo que mucha gente cree, los implantes mamarios no impiden la lactancia, por lo que en un futuro la madre podrá amamantar al bebé aun llevando una prótesis de pecho. Las mujeres que hayan sido madres recientemente deberán esperar entre 4 y 6 meses tras el último día de lactancia antes de someterse a una cirugía de implante de pecho.

 

Mamoplastia mediante grasa de la propia paciente

También es posible aumentar el volumen mamario mediante la infiltración de grasa de la propia paciente. Se extrae la grasa de una zona en que la paciente tenga exceso de volumeny, posteriormente, se inyecta en la mama.

Una vez se ha extraído la grasa, esta se centrifuga para separar la grasa que no se ha traumatizado de la que sí lo ha hecho e infiltrarla en el pecho. De esta forma se garantiza que la grasa es de óptima calidad con lo que se consigue que se mantenga mejor el volumen logrado.

Se trata de un procedimiento totalmente indoloro y en el que no se producen cicatrices. Además, entre sus ventajas, no solo aumenta el volumen del pecho, sino que se reduce el volumen en la zona de extracción dejando una mejor silueta. Tampoco pueden producirse las complicaciones que en ocasiones causan las prótesis como la contractura capsular, las posibles roturas de implante o la pérdida de sensibilidad.

No obstante, cabe remarcar que con esta intervención únicamente se consigue aumentar una talla de sujetador y que es necesario que la paciente tenga grasa sobrante en alguna parte del cuerpo para poder realizarla.

 

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